ROGER FEDERER: perder para ganar

Hace poco Roger Federer dio un discurso en la graduación de Dartmouth College en el cual mencionó un dato muy interesante. En 1.526 partidos jugados, Federer ganó casi el 80% de los partidos. Sin embargo, el porcentaje de puntos ganados fue solamente el 54%.

La enseñanza que transmitió fue que la perfección es imposible y que los mejores del mundo, en cualquier ámbito, no son los mejores porque ganan siempre sino porque saben que perderán muy seguido y han aprendido a lidiar con esta realidad.

Tener esta mentalidad no es para nada fácil. Daniel Kahneman, psicólogo y economista ganador de un premio Nobel, argumenta que el ser humano es más sensible a las pérdidas que a las ganancias; el dolor psicológico de perder es cerca del doble que el placer de una ganancia de igual magnitud.

Esto pone al inversor en un dilema, ya que necesitamos perder para ganar, ¿por qué?

El S&P 500 ha tenido un rendimiento histórico anualizado cercano al 10%. Al mismo tiempo, en promedio, ha caído 10% una vez al año, 15% cada dos, 20% cada cuatro y 30% cada diez años. Por ende, para obtener los frutos de largo plazo de esta inversión un inversor debió de soportar estas pérdidas temporales.

Curiosamente, el resultado diario del S&P 500 ha sido positivo el 52.4% de los días, históricamente, pero ha sido positivo el 80% de los años, tal cual los números de Federer:

Cuando vemos dentro del S&P 500, aparece otra característica. Entre 1980 y 2014 el 40% de las acciones del S&P 500 perdieron valor, el 64% no superó la rentabilidad promedio del índice y solo el 7% de las empresas explicó casi la totalidad del resultado del S&P 500. O sea, si vemos dentro del índice vemos en su mayoría perdedores, por más que el resultado del índice haya sido muy bueno. Este año es un ejemplo de esta característica.

Por otro lado, los portafolios de inversión se estructuran de tal manera que los activos agreguen diversificación. Es decir, se buscan agregar activos que además de dar retornos positivos, no tengan correlación entre sí. Esto quiere decir que cuando algunas inversiones andan bien, tal vez las otras no, o por lo menos no respecto a las otras.

Soportar estas pérdidas temporales, o relativas a otras inversiones, es necesario para ganar.

Entonces, ¿qué podemos hacer? Algunas ideas.

(1)  RECONOCER LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS MERCADOS FINANCIEROS.

Un primer paso es reconocer cómo funcionan los mercados financieros y aceptar que perder es una característica. De esta forma, podemos anticiparnos y no sorprendernos cuando estas pérdidas ocurran en el futuro.
Por otro lado, es importante entender la diferencia entre perder en el corto plazo y en el largo plazo; volatilidad no es lo mismo que riesgo. 

Las acciones son riesgosas en el corto plazo, ya que su volatilidad impredecible hace que si precisamos liquidar nuestras inversiones tal vez no sea un buen momento y nos veamos perjudicados. Sin embargo, para un inversor con objetivos de largo plazo el riesgo es justamente no tener exposición al mercado accionario:

(2) LA CONSISTENCIA ES MÁS IMPORTANTE QUE LA PERFECCIÓN.

La gestora Pimco tiene un término llamado “Strategic Mediocrity”, la cual significa que nunca son el número uno en un año en particular, pero sobreviven más tiempo que el resto con lo cual eventualmente terminan primeros. La consistencia es más importante que intentar ser el mejor.

Cada año escuchamos de las inversiones que están de moda; las que están teniendo un buen retorno en el año y las cuales vemos en las noticias. Perseguir cada año esas inversiones es difícil, ya que precisamos tener un buen timing de entrada y de salida. Lo único seguro es que aumentan nuestros costos de transacción.

Como resume Ben Carlson “una buena estrategia de inversión que podemos mantener por mucho tiempo, es muy superior a una brillante, que no podemos mantener. La perfección es el enemigo del comportamiento del inversor”

 (3) EL TAMAÑO DE CADA INVERSIÓN ES CLAVE.

 Stanley Duckenmiller dice que no importa si ganas o perdés, sino cuánto es que ganas y cuanto es que perdes en cada caso. Por esta razón, tiene sentido prestar mucha atención al tamaño y exposición de cada posición dentro del portafolio.

Si el 1% de nuestro portafolio estuvo invertido en Netflix durante los últimos 20 años, las ganancias son sustanciales. Si el 1% estaba en Blockbuster, es irrelevante.

“La naturaleza humana hace que a muchas personas les resulte difícil aceptar que un ingrediente esencial del éxito de las inversiones es estar dispuesto a aceptar algunas pérdidas.”

Howard Marks
Roger Federer, Dartmouth College. 9 de Junio 2024.

Ec. Manuel Bordaberry

mbordaberry@paullier.com

FUNDAMENTOS SOBRE LAS INVERSIONES, FINANCIERAS & NO FINANCIERAS – por warren buffett

Extracto de la carta a los accionistas de Berkshire Hathaway, marzo 2014.

Te contare sobre dos pequeñas inversiones no bursátiles que hice hace mucho tiempo. Aunque ninguna cambió mucho mi patrimonio neto, entiendo que son instructivas.

La historia comienza en Nebraska. De 1973 a 1981, el Midwest experimentó una explosión en los precios de los campos, luego la burbuja estalló, trayendo caídas de precios del 50% o más que devastaron a los agricultores endeudados y a sus prestamistas. En 1986, compré al FDIC, un campo de 160 has ubicado a 80 kms al norte de Omaha. Me costó USD 280.000, considerablemente menos de lo que un banco fallido había prestado contra el campo unos años antes. No sabía nada sobre operar un campo. Pero tengo un hijo que ama la agricultura y aprendí de él cuántos bushels de maíz y soja produciría el campo y cuáles serían los gastos operativos. Con estas estimaciones, calculé que el retorno normalizado sería aproximadamente del 10%. También pensé que era probable que la productividad mejorara con el tiempo y que los precios de los cultivos subieran. Ambas expectativas se cumplieron.

No necesitaba un gran conocimiento para concluir que la inversión no tenía desventajas y potencialmente tenía una ventaja sustancial. Ahora, 28 años después, el campo ha triplicado sus ganancias y vale cinco veces o más de lo que pagué. Aún no sé nada sobre la agricultura y recientemente hice mi segunda visita al campo.

En 1993, hice otra pequeña inversión. Una propiedad comercial en Nueva York, adyacente a NYU. De nuevo, una burbuja había estallado y se había creado la Resolution Trust Corp para deshacerse de los activos de instituciones de ahorro fallidas. Aquí también, el análisis fue simple. Al igual que con el campo, el rendimiento actual no apalancado de la propiedad era aproximadamente del 10%. La ubicación de la propiedad también era excelente: NYU no se iba a ninguna parte.

Los ingresos del campo y del inmueble de NYU probablemente aumentarán en las próximas décadas. Aunque las ganancias no serán dramáticas, las dos inversiones serán sólidas.

Cuento estas historias para ilustrar ciertos fundamentos de inversión:

  • No necesitas ser un experto para lograr rendimientos satisfactorios. Pero si, debes reconocer tus limitaciones y moverte dentro de tu circulo de competencia. Cuando te prometan ganancias rápidas, responde con un rápido “no”.

  • Enfócate en la productividad futura del activo. Si no te sientes cómodo haciendo una estimación aproximada de las ganancias futuras del activo, olvídalo y sigue adelante. Nadie tiene la capacidad de evaluar todas las posibilidades de inversión.

  • Si en cambio te concentras en las futuras subas de precio, estás especulando. No hay nada de malo en eso. Sin embargo, sé que no puedo especular con éxito, y soy escéptico de aquellos que afirman tener éxito sostenido al hacerlo. La mitad de quienes jueguen a “cara o cruz” ganarán su primer lanzamiento; pero la probabilidad de seguir ganando si continúan jugando, es muy baja. El hecho de que un activo haya subido de precio en el pasado reciente nunca es una razón para comprarlo.

  • Con mis dos pequeñas inversiones, solo pensé en lo que producirían las propiedades y no me importaba en absoluto su valuación diaria. Si puedes disfrutar los sábados y domingos sin mirar los precios de las acciones, inténtalo también los días de semana.

  • Formar opiniones macroeconómicas o escuchar las predicciones macro para la evaluación de la inversión, es una pérdida de tiempo. De hecho es peligroso, porque puede nublar tu visión de los hechos que realmente importan.

  • La liquidez diaria, ¿beneficio o maldición?

Hay una gran diferencia entre mis dos inversiones y una inversión en acciones. Las acciones te proporcionan valuación minuto a minuto de tus participaciones, mientras que todavía no he visto una cotización para mi campo o el inmueble en Nueva York. Debería ser una ventaja enorme para los inversores en acciones. Después de todo, si un propietario de campo vecino -algo temperamental- gritara un precio todos los días al que me compraría o me vendería campo, y esos precios variaran ampliamente en el corto plazo según su estado mental, ¿Cómo podría ser otra cosa que beneficiado por su comportamiento errático?

Sin embargo, quienes invierten en acciones, frecuentemente dejan que el comportamiento irracional de otros les haga comportarse de manera irracional también. Algunos inversores creen que es importante escuchar a los expertos y, peor aún, consideran actuar según sus comentarios.

Aquellos que pueden estar tranquilos durante décadas cuando poseen un campo o un apartamento, a menudo sienten que “tienen que hacer algo” cuando están expuestos a la cotización diaria de las acciones (fear of missing out). Para estos inversores, la liquidez se transforma de beneficio en maldición.

Durante la crisis financiera de 2008, nunca pensé en vender mi campo o el inmueble en Nueva York, aunque claramente se estaba gestando una grave recesión. Entonces, ¿por qué iba a vender mis acciones que eran pequeñas participaciones en muy buenos negocios?

Es vital que reconozcamos nuestro círculo de competencia y nos mantengamos dentro de él. Incluso entonces, cometeremos algunos errores, tanto en inversiones financieras como con negocios de economía real, pero no haremos desastres. Ahora, el inversor no profesional no necesita conocer y analizar cada uno de los negocios. Su objetivo debe ser estar bien diversificado, y promedio le irá bien. Diversificado en activos, y tambien en el momento de compra; comprar de forma recurrente durante un largo periodo, y no vender cuando las noticias sean malas. Así que ignora el ruido, mantén tus costos al mínimo e invierte en acciones como lo harías en un inmueble.



Investment is most intelligent when it is most businesslike.1
— The Intelligent Investor por Benjamin Graham

No recuerdo cuanto pague por la primer copia de este libro, pero cualquiera haya sido su costo, resalta la veracidad del dicho de Ben:
El precio es lo que pagas, el valor es lo que recibes. Warren Buffett

Ver documento completo.

Sobre Warren Buffett.

  1. La inversion es mas inteligente cuanto mas se acerca a tu circulo de competencia. ↩︎

El desafío de invertir para el Largo Plazo

Este pasado 26 de Marzo celebramos los 120 años desde la fundación de nuestra empresa. A lo largo de 4 generaciones, Paullier ha logrado adaptarse a través del tiempo, manteniendo sus valores, cultura y servicio.

Parece oportuno entonces comentar sobre un tema del cual se habla mucho en el mundo de inversiones: el largo plazo. Es habitual hoy en día escuchar a inversores o empresas hablar que invierten para el largo plazo y con mucha razón; pequeños cambios -resultados o hábitos- mantenidos por mucho tiempo logran resultados extraordinarios.

¿Es probable que el PBI per cápita real sea el doble dentro de 50 años en Uruguay? O sea, que en promedio ¿los uruguayos seamos el doble de ricos? No parece tan fácil, pero eso se logra solamente con un 1.4% de crecimiento promedio anual. Es en el largo plazo donde se ven los resultados del interés compuesto; pero de la teoría a la práctica no es tan fácil.

“I’m in it for the long run” is a bit like standing at the base of Mt. Everest, pointing to the top, and saying, “That’s where I’m heading.” Well, that’s nice. Now comes the test. – Morgan Housel.1

1) Debemos tener paciencia.

Hay muchísimos libros y estudios sobre como Warren Buffett logró sus resultados, pero pocos hablan del componente más importante; está invirtiendo hace más de siete décadas. Su habilidad es invertir, pero su secreto es el tiempo; la paciencia.

Debajo podemos visualizar una hipotética inversión donde aportamos $100 cada mes, con un retorno de 10% anual y comenzando a los 25 años. Los resultados generados en el largo plazo desafían la lógica:

Un ejemplo interesante que demuestra la importancia de tener paciencia es el Marshmallow Experiment.

El experimento fue llevado a cabo por la Universidad de Stanford en 1970. Se le ofreció a cada niño un premio inmediato (un marshmallow) o dos premios postergados (dos marshmallows) si tenían paciencia. Dejaban al niño en un cuarto con un marshmallow y le decían que le darían un segundo marshmallow si esperaban unos minutos. Luego salían del cuarto por 15 minutos. El estudio intentaba investigar sobre el “delayed gratification”.

Luego de varios años de seguimiento, el resultado fue impactante; los que pudieron contenerse en esos 15 minutos, tuvieron un mejor resultado en sus vidas laborales, sociales, financieras y de salud. Los que eran más propensos a ser pacientes, les fue mejor en la vida.

“The stock market is a device for transferring money from the impatient to the patient.” – Warren Buffett2

2) Debemos pagar el precio.

Lo bueno para los inversores, es que alargar el horizonte de inversión es algo que está en nuestro control. Lo malo, es que es muy difícil hacerlo. No ver los resultados inmediatamente, la volatilidad, el miedo y la incertidumbre es el precio que debemos pagar; el problema es que este precio no está a la vista. 

Si queremos comprar un pasaje de avión, sabemos el servicio que tendremos por el precio que pagamos. Iremos del punto A al punto B, con las comodidades del ticket que saquemos y es esperable algún tramo con turbulencia.

El S&P 500 tuvo un retorno anualizado de 12.5% desde 1974 si incluimos los dividendos reinvertidos. ¿El precio? Sobrevivir una década sin retornos (2000-2010), crisis financieras, una burbuja tecnológica y una pandemia, entre muchos otros.

El fondo de inversión de Peter Lynch tuvo un rendimiento anualizado de 29% entre 1977 y 1990; una inversión de 10K se hubieran transformado en 260K. El precio fue que durante ese periodo, el fondo cayó 10% quince veces, 15% seis veces, 20% cuatro veces y 35% una vez.

Netflix fue una inversión con un resultado de 35.000% desde el 2002 al 2018, pero estuvo por debajo de su máximo el 94% de los días. Imagínense la duda e incertidumbre de vivir esto.

Si queremos los retornos que genera el interés compuesto en el largo plazo, debemos pagar el precio.

3) Debemos tener un margen de error.

El largo plazo es una colección de varios periodos de corto plazo. Daniel Kahneman – psicólogo y ganador de un Premio Nobel de Economía en 2002 – comentó una vez sobre porque no podemos focalizarnos exclusivamente en el largo plazo: “Because the long term is not where life is lived.”3

Si vamos a invertir para el largo plazo, algo seguro es que nos vamos a encontrar con problemas en el camino, como recesiones, burbujas y volatilidad. Entonces, la única forma de sobrevivir los problemas de corto plazo es teniendo un margen de error; planear que el plan no salga acorde al plan.

Un margen de error normalmente se entiende como una mentalidad conservadora, para aquellos que no quieren asumir mucho riesgo o que no están confiados sobre sus inversiones, pero es justamente lo contrario.

Mantener un fondo de emergencia -o un bajo nivel de deuda- parece ineficiente, pero su utilidad la vemos en los peores momentos, cuando logra mantener nuestra calma e inversiones más riesgosas intactas. Su valor está en que logra minimizar la probabilidad del desastre total, entonces logramos mantenernos en el juego por más tiempo para ver el fruto del interés compuesto. Hoy en día, un fondo de emergencia es aún más atractivo, ya que podemos colocarnos por encima del 5% en dólares en bonos soberanos de EEUU.

Thomas Gayner -CEO de Markel Group- comentó recientemente que un mundo optimizado, donde se busca lograr eficiencias en todo y donde no dejamos margen de error, se vuelve frágil, contraintuitivamente. Esto lo podemos ver reflejado con las empresas que mantenían mercadería Just In Time, pero luego vino la pandemia y por no haber tenido mercadería Just In Case sus márgenes se destrozaron.

“A barbelled personality—optimistic about the future, but paranoid about what will prevent you from getting to the future—is vital.” – Morgan Housel4

4) No todas las inversiones son iguales.

Una buena inversión depende de dos pilares fundamentales; el tiempo y la tasa de retorno. Por ende, una buena inversión se logra no solamente con buenos retornos, sino aquellos que puedan ser mantenidos y repetidos consistentemente en el largo plazo, donde el interés compuesto hace su magia.

Howard Marks comentó una vez sobre un inversor que nunca tuvo resultados anuales rankeados en el cuartil superior contra sus competidores, pero que en un plazo de 14 años estuvo en el mejor 4%. La gestora Pimco, tiene un término para esto llamado “Strategic Mediocrity”, en el cual nunca son el número uno en un año en particular, pero sobreviven más tiempo que el resto con lo cual eventualmente terminan primeros.

Una casa no es históricamente una buena inversión respecto a otras alternativas. Sin embargo, para muchos esta es la mejor inversión que harán, principalmente porque es la única que no interrumpen y mantienen durante décadas.

Cada inversor tiene una perspectiva única del mundo como consecuencia del lugar y tiempo en el que nació, de las distintas experiencias que vivió y de su particular situación financiera. Por esta razón, lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. En Estados Unidos los inversores del lado Este invierten relativamente más en acciones del sector financiero, los del Sur en energía y los del Oeste en tecnología. En Uruguay tal vez se invierta más en ganado.

Si las personas se sienten más cómodas invirtiendo en los rubros que están más familiarizados y esto logra que estén invertidos por más tiempo, seguramente les vaya mejor.

“The first rule of compounding is to never interrupt it unnecessarily” – Charlie Munger5

5) La mentalidad de largo plazo debe ser compartida.

En la crisis financiera del 2008, Michael Burry tenía una apuesta muy grande en contra del mercado inmobiliario. Por más que la apuesta fue acertada su inversión pendió de un hilo, ya que sus inversores no creían lo mismo que él y querían retirar los fondos, al punto que Burry estuvo muy cerca de ser forzado a cerrar su apuesta y perderlo todo.

No basta con tener una mentalidad de largo plazo; los co-inversores, asesores financieros y gente que nos rodea debe tenerla también. Terry Smith, gestor del fondo de inversión Fundsmith Equity Fund, comparte con sus inversores un “Ownership Manual” de su fondo, ¿por qué? En sus palabras:

“At Fundsmith we want you to have an Owner’s Manual. Why? Because your understanding of what we are trying to achieve and how we approach it is a critical element in enabling us to attain our goal.” – Terry Smith6

En Paullier intentamos trasmitir nuestra cultura, filosofía de inversión y valores, para que aquellos que la compartan puedan sumarse hacia el largo plazo.

“La mayoría de las personas sobreestiman lo que pueden hacer en un año, y subestiman lo que pueden hacer en diez años.”

Bill Gates

Ec. Manuel Bordaberry

mbordaberry@paullier.com

  1. “Estoy en esto para el largo plazo” es un poco como estar parado en la base del Monte Everest, señalando hacia la cima y diciendo, “Ahí es hacia donde me dirijo”. Bueno, eso está bien. Ahora viene la prueba. ↩︎
  2. “El mercado de valores es un dispositivo para transferir dinero de los impacientes a los pacientes.” ↩︎
  3. “Porque el largo plazo no es donde se vive la vida.” ↩︎
  4. “Una personalidad balanceada —optimista sobre el futuro, pero paranoica sobre lo que te impedirá llegar al futuro— es vital.” ↩︎
  5. “La primer regla del interés compuesto: nunca interrumpir innecesariamente una inversión.” ↩︎
  6. “En Fundsmith queremos que tengas un Manual del Propietario. ¿Por qué? Porque tu comprensión de lo que estamos tratando de lograr y cómo lo abordamos es un elemento crítico para permitirnos alcanzar nuestro objetivo.” ↩︎

Diversificar con Credito privado

El crédito privado, definido como préstamos entre empresas e instituciones que no son bancos, tiene como principal ventaja la flexibilidad de adaptarse a las necesidades del solicitante.

El concepto ha adquirido relevancia en los últimos años dado que muchísimas empresas pequeñas y medianas se han enfocado en la búsqueda de créditos con condiciones que se adecuen mejor a su situación real (plazo, tasa, garantías o cualquier otra característica de la operación).

Dentro de las empresas que otorgan este tipo de crédito se encuentran los fondos de inversión u otros gestores de activos, que posteriormente ofrecen a sus clientes productos financieros estructurados sobre estos créditos.

En contrapartida, se encuentran las empresas que no cotizan en la Bolsa y por tanto carecen de calificación crediticia oficial, lo cual dificulta el acceso a crédito bancario. En este mismo sentido, los bancos se han ido retirando del sector de préstamos “más riesgosos” luego de la crisis 2007 – 2008.

¿Por qué invertir en Crédito Privado?

Para los inversores, el sector ofrece un rendimiento superior a los bonos corporativos, de empresas con características similares, lo cual compensa la iliquidez del producto. Asimismo, en estos últimos años de tasas de referencia en aumento, ha sido una inversión muy rentable por el hecho de que generalmente la tasa de interés pactada es flotante. Los prestamos del sector privado suelen estar en primera línea de cobro ante una cesación de pagos y contar con garantías más sólidas que los bonos tradicionales. Su cotización está descorrelacionada con el resto del mercado, y su volatilidad en general es muy baja ya que se valúan con frecuencia trimestral.

El siguiente cuadro muestra los rendimientos de cada categoría de activos, entre 2007 y 2022, ordenados de mayor a menor:

RIESGOS

El mayor riesgo que presenta la inversión en crédito privado es la iliquidez de los mismos. Salirse de la posicion antes de lo pactado implicaría un análisis de la valuación para una correcta negociación de precio, o en el mejor de los casos, identificar un comprador potencial en el mercado.

Otro aspecto a considerar es que la transparencia en el desempeño crediticio subyacente no está disponible debido a que las agencias de calificación rara vez siguen los créditos privados, aunque esto es contrarrestado por la gestión de los Fondos de Inversión.

VENTAJAS

Generalmente este tipo de productos provee ingresos corrientes en el portafolio del cliente a una tasa superior de la media del mercado.

El hecho de que implique estructurar acuerdos personalizados en función de las necesidades de cada negocio, junto con el monitoreo continuo, y la flexibilidad para la renegociación, explican las menores tasas de default. Las mismas han sido históricamente más bajas en esta categoría, con mayores porcentajes de recuperación de capital.

Fuente: US Federal Reserve, 2024.

El crédito privado está descorrelacionado con los movimientos tradicionales del mercado, brindando mejor retorno ajustado a riesgo.

Fuente: Blackstone.

El crédito privado ofrece la oportunidad de diversificar, proporcionando exposición a sectores y empresas que no están disponibles en el mercado público.

Según estimaciones de la agencia de calificación Moody’s, a fines del 2023 el tamaño del sector de crédito privado ascendía a USD 1,3 billones, una cifra comparable a la del mercado mundial de bonos de alto rendimiento (high yield). Morgan Stanley cree que para el año 2027 el mercado crecerá hasta USD 2,3 billones.

El éxito de una estrategia de inversión a lo largo del tiempo está vinculado a la correcta diversificación de la misma. Incorporar crédito privado permite bajar la volatilidad del portafolio y mejorar la descorrelación del mismo con el resto del mercado, además de dar acceso a mejores tasas de retorno ajustado a riesgo y así compensar una menor liquidez de estas inversiones.

Cra. Elisa Chiarino

Banca Privada

echiarino@paullier.com

2024: Invertir como un optimista, Prepararse como un pesimista.

Comienza el 2024 y queda atrás lo que fue el 2023 en los mercados financieros. Como referencia, así fue el comportamiento de cada asset class en el 2023, y en los últimos 10 años:

ETFs utilizados: EEM, VNQ, MDY, SPSM, SPY, EFA, TIP, AGG,DJP, BIL.
Fuente: A Weatlh of Common Sense

Lo que este año vuelve a confirmar es, lo difícil que es hacer pronósticos de corto plazo, tanto en los mercados como en la macroeconomía. Algunos ejemplos:

– A principio de año, el 85% de los economistas de una encuesta en EE.UU. pronosticaban que estaríamos en una recesión en algún momento del 2023, ya que la FED no iba a lograr reducir la inflación sin un golpe duro en la economía. No ocurrió.

– Hace 12 meses, se creía que la FED estaría comenzando un nuevo ciclo, con rebajas en la tasa de interés en el 2023. No ocurrió.

– Hace 6 meses, se creía que quedaba todavía un alza de tasas adicional en el 2023. No ocurrió.

Como dijo Charlie Munger sobre la macroeconomía: “If you’re not a little confused by what’s going on, you don’t understand it.”1

A medida que corren los primeros días del 2024, comienzan los nuevos pronósticos por parte de analistas y gestoras de inversión. En general, se comparte una perspectiva de “Goldilocks”2: la inflación se está moviendo en la dirección correcta, nuevas alzas de tasas no serán requeridas, tendremos un “soft landing” en el cual no habrá ninguna recesión relevante, eventualmente la FED bajará las tasas y todo esto es muy bueno para la economía y los mercados.

Este ambiente es ideal para las inversiones tradicionales en renta variable y en renta fija. Además, las tasas continúan altas; podemos colocar el cash a más del 5% y podemos acceder a rendimientos históricamente similares al de las acciones en el mercado de high yield, probablemente con menor volatilidad.

Pero debemos tener en cuenta que el riesgo es lo que no vemos, como lo fue la pandemia en el 2020, la burbuja inmobiliaria en el 2008 o el ataque a las Torres Gemelas en el 2001. Los daños más grandes suceden cuando nadie los espera, y según Howard Marks -cofundador de Oaktree Capital Management-, un importante efecto a tener en cuenta sobre la actual expectativa de Goldilocks es, que da lugar a la desilusión.

Por definición si el riesgo es lo que no vemos no hay mucho para hacer. Sin embargo, Morgan Housel plantea dos posibles soluciones en su nuevo libro Same As Ever:

PREPARARSE COMO CALIFORNIA SE PREPARA PARA UN TERREMOTO

California sabe que un terremoto va a ocurrir. No sabe cuándo, ni dónde ni de qué tamaño será. Sin embargo, las casas y edificios están diseñados para soportarlos y los equipos de emergencia están siempre prontos.

De la misma manera, debemos tener nuestras inversiones y finanzas personales diseñadas para los eventuales riesgos que hoy no estamos viendo. Además, no sorprendernos ni asustarnos cuando ocurran.

EL MARGEN DE SEGURIDAD DEBE SENTIRSE UN POCO DEMASIADO

El nivel de preparación debe sentirse como excesivo, ya que tiene que cubrir eventos que hoy parecen absurdos que sucedan.

Nuestro nivel de ahorro debería sentirse como un poco demasiado y nuestro nivel de deuda debería sentirse un poco menor al que creemos que podemos cubrir. En cuanto a nuestras inversiones, el nivel de riesgo del portafolio de inversión debería ser un poco menor al que creemos que podemos soportar psicológicamente.

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Hay una historia interesante, detallada en el libro de Morgan Housel, que resume  esta idea del riesgo. Una historia sobre Harry Houdini:

Houdini hacía un truco en el cual invitaba a la persona más fuerte de la audiencia y le pedía que le pegara con toda su fuerza en el estómago. Era un boxeador amateur entonces podía fortalecer su abdomen y mantener su respiración de tal manera que soportaba cualquier golpe.
Después de un show en 1926, Houdini invitó a un grupo de jóvenes a conocerlo detrás del escenario. Gordon Whitehead, un chico que había visto el truco de Houdini, se acercó sin aviso y lo golpeó muy fuerte, creyendo que Houdini podría volver a hacer el truco. Houdini no estaba preparado y falleció unos días después a causa de las heridas.

Tenía una habilidad inigualable para afrontar riesgos. Sobrevivía cuando lo tiraban esposado a un río o lo enterraban en la arena, pero -al no estar preparado- no pudo sobrevivir a un riesgo que nunca vió venir.

Boston, Massachusetts, 1908. Harry Houdini antes de saltar del Puente de Harvard atado con cadenas de pies y manos.

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Sin dudas una trágica historia, que nos muestra como podemos prepararnos para los desafíos conocidos, pero la fragilidad de lo desconocido siempre está presente.

Nos encontramos en un dilema, en el cual sin dudas el actual ambiente es positivo para los mercados financieros, pero tambien existen riesgos que hoy no vemos. Hace sentido hoy, invertir como un optimista pero prepararse como un pesimista.

En nuestros portafolios de inversión esto tal vez significa, que no debemos buscar inversiones complejas fuera de las tradicionales; que hace sentido tener un fondo de emergencia aprovechando que el cash se puede colocar arriba del 5%; y tal vez sea bueno mantener un alto porcentaje en renta fija la cual debería obtener muy buenos resultados -ajustado por volatilidad- en los próximos años.

“We are very good at predicting the future, except for surprises – which tend to be all that matter.” 3

Morgan Housel

Manuel Bordaberry

mbordaberry@paullier.com

  1. “Si no estás un poco confundido por lo que está sucediendo, no lo comprendes.” ↩︎
  2. Goldilocks: La referencia proviene del cuento infantil “Ricitos de Oro y los tres osos”, donde la protagonista, Ricitos de Oro, encuentra la sopa que está “ni muy caliente, ni muy fría, sino justa”. ↩︎
  3. “Somos muy buenos prediciendo el futuro, excepto por las sorpresas, que tienden a ser todo lo que importa.” ↩︎